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Una mirada tipográfica al Barroco


La cultura del barroco refleja una época donde la riqueza y la abundancia se traducían en brillantes colores y formas redondeadas. Fue una época en la que el mecenazgo de los príncipes proporcionaba magníficos beneficios en el ámbito del teatro, la música, la pintura y la arquitectura. Nombres como Rubens, Rembrandt, Bach o Handel disfrutan hasta hoy de una alta consideración. Después del desarrollo de la escritura y la tipografía en el renacimiento, las novedades de la época barroca son, sobre todo, un escalón intermedio en el camino hacia el clasicismo. Por eso las tipografías del período barroco se conocen como de transición. Sin embargo, hubo aportes que prepararon el camino al siguiente estilo a la vez que enriquecieron los ya existentes. Holanda, Inglaterra y Francia jugaron un papel muy importante en el desarrollo de los nuevos alfabetos de transición. Un suceso clave de esta época en Francia, fue la orden dada por Luis XIV a la Imprimeire Royale para que creara un tipo destinado a su uso exclusivo. Esta tipografía conocida como Romain du Roi fue diseñado a partir de una retícula por Philippe Grandjean. En Holanda, Christoffel van Dyck y Johann Michael Fleischmann crearon importantes alfabetos. En Inglaterra William Caslon y John Baskerville fueron los más innovadores. Las tipografías de Caslon estaban influenciadas por los patrones holandeses, sus cualidades formales y legibilidad les hicieron ser los tipos nacionales ingleses. Baskerville fue famoso, no tanto por sus tipos, como por las innovaciones que introdujo en lo referente a soportes, tintas y encuadernaciones. 

El arte barroco es uno de los movimientos más influyentes e importante de la historia en donde tambien la tipografía muestran un reflejo de aquella época es necesario visualizar el siguiente video para profundizar el tema y comprender el contexto del mismo.


 

TorreFarfan es una remasterización digital tipográfica, que tiene su origen en la ti­pografía barroca del siglo XVII empleada en la impresión del libro realizado con motivo de la canonización de San Fernando, escrito por Fernan­do de la Torre Farfán del que procede el nombre de la fuente, e impreso en Sevilla en 1671 por la Viuda de Nicolás Rodríguez de Ábrego. La obra recoge la descripción de las fiestas que celebró la Santa Iglesia Catedral de Sevilla y está considerada una obra maestra de la tipo­grafía hispalense y la mejor edición de libro impreso de la España del seiscientos.

La recuperación de esta fuente tipográfica es el resultado de una investigación histórica realizada para la elaboración del proyecto fin de Estudios Superiores de Diseño Gráfico de la Escuela de Arte de Sevilla realizado por Estefanía González Sánchez, diseñadora gráfica, y bajo la tutela de Javier Navarro Moragas, doctor en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y profesor en semiótica tipográfica en la Escuela de Arte de Sevilla. La realización de este proyecto pretende poner en conoci­miento de aquellos a los que le pueda interesar la arquitec­tura tipográfica en el periodo dorado de la imprenta en Sevilla para así dar a conocer la manera de hacer en esta época y en esta región. Ello ha permitido traer al presente parte de un patrimonio andaluz no tan conocido, concretamente desde el prisma de la edición del libro impreso, que nos permite entender una parte importante de esta cultura.

 

 

 

 

 

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